Arirang (2011)

Arirang (2011) es una obra cinematográfica en la que Kim Ki-duk asume tres roles distintos. A través de esta película, el director explora una montaña de su propia vida, buscando entender la naturaleza humana, agradecer a la naturaleza y aceptar su situación actual. La narrativa se desarrolla en un mundo donde se entrelazan los deseos humanos, un mundo de fantasmas lleno de dolor y un mundo imaginario donde se esconden nuestros sueños, sin principio ni fin, volviéndonos locos lentamente. Kim Ki-duk se pregunta qué es el afecto que anida en su corazón y lo corrompe, por qué se mantiene sobre su cabeza cuestionando sus emociones y por qué se esconde en lo profundo de su corazón para poner a prueba su compasión. Cuando no abre su corazón a alguien, se convierte en una mala persona y lo olvida, pero cuando lo hace, no lo deja partir nunca, como un ser despreciable. En un acto de desesperación, Kim Ki-duk invita a sus espectadores a un acto de autodestrucción emocional, confesando que, incluso controlándose, se deja invadir por la rabia con una sonrisa en los labios, tiembla de celos al querer, odia mientras perdona y arde en deseos de matar. Finalmente, en un momento de reflexión, declara su intención de suicidarse, recordando siempre a aquellos que lo han influenciado.