Aquadro

Aquadro significa A al cuadrado: Amanda y Alberto. A sus 16 años de edad, e igual que todo joven que se precie hoy en día, viven con un teléfono en la mano y una pantalla delante: YouTube, webcam y smartphone son los vehículos y los testimonios de su experiencia. Para saber cómo se usa un tampax, Amanda no pregunta a su madre o a una amiga, sino que sigue las instrucciones de un tutorial online; Alberto no busca el placer conociendo a una chica, sino en páginas porno en su ordenador. Durante una excursión escolar, Amanda y Alberto se conocen y comparten sus penas. Comienza, así, entre ellos una relación dulce y limpia, alimentada por videollamadas y mensajes de texto. Sin embargo, Alberto, acostumbrado al sexo virtual, tiene problemas a la hora de llevar una intimidad verdadera, física. Cuando Amanda descubre su dependencia, decide apoyarlo grabando cómo hacen el amor por primera vez. “Será nuestro secreto”, le susurra la chica, pero en la era de Internet, para romper un secreto basta un clic. El vídeo acaba en la red y Amanda, invadida por la vergüenza, la rabia y la incredulidad, decide escapar y desaparecer.