Ligabue (Miniserie de TV)

Repatriado por las autoridades suizas por ser "indeseable", el excéntrico Antonio Ligabue encuentra perplejas a las autoridades de Gualtieri, en la provincia de Reggio Emilia, y lo meten en un asilo de ancianos. Inmediatamente se escapa de allí para refugiarse en los alrededores haciendo cualquier tipo de trabajo, pero fracasa tanto por las bromas despiadadas de sus compañeros como por su extravagancia. Se aísla en una cabaña a lo largo del río Po, donde pasa su tiempo rodeado de naturaleza. Con el paso de los años, la población se acostumbra a la figura de Toni, que es considerado un misántropo e incluso un loco, pero no peligroso. Sin ningún cálculo, Ligabue descubrió su vocación artística pintando la naturaleza en plantas y paredes. El pintor Mazzacurati percibe su talento natural y le da las herramientas para pintar cuadros que encuentren compradores y le permitan montar una exposición que lo consagre como "artista". Después de varias vicisitudes que le llevaron a ser admitido en un asilo, las comisiones y las consiguientes ganancias permitieron a Toni mudarse a un pequeño hotel e incluso le llevaron a pedir la mano de Cesarina, la hija del dueño del hotel. Pero en realidad Ligabue seguía siendo "diferente", y aunque sus pinturas fueron aceptadas por sus compañeros pintores, coleccionistas, comerciantes y clientes, su incapacidad para ajustarse a las reglas de la sociedad lo convirtió en un inadaptado. Antonio Ligabue murió sólo con la amistad de los fieles Cachi, y la conmemoración del alcalde no borró el drama de un hombre que había vivido en soledad toda su vida.