La piel de la tierra

En un pequeño pueblo rural, un grupo de habitantes lucha por preservar sus tradiciones y su conexión con la tierra frente a la amenaza de la modernidad y la explotación industrial.

La piel de la tierra es una película ambientada en un pequeño pueblo rural en el corazón de América Latina. El lugar, llamado San Miguel, es un remanso de tranquilidad rodeado de exuberante vegetación y montañas imponentes. La comunidad vive en armonía con la naturaleza, dependiendo de la tierra para su sustento y cultivando sus propios alimentos.

La historia se desarrolla en la década de 1970, en medio de un contexto político y social convulso. El país está sumido en una dictadura militar, donde la represión y la violencia son moneda corriente. Sin embargo, San Miguel ha logrado mantenerse al margen de estos conflictos, protegido por su aislamiento geográfico y la solidaridad de sus habitantes.

En este escenario, conocemos a María, una joven campesina que trabaja en las tierras de su familia. María es una mujer valiente y decidida, que lucha por preservar las tradiciones y la cultura de su pueblo. A medida que la historia avanza, María se enfrenta a diversos desafíos, tanto personales como externos, que pondrán a prueba su fortaleza y determinación.

La piel de la tierra es una película que retrata la belleza y la dureza de la vida en el campo, así como las injusticias y los abusos que se cometen en nombre del poder. A través de personajes entrañables y situaciones emocionantes, la película nos invita a reflexionar sobre la importancia de la identidad, la resistencia y la lucha por la justicia en un mundo cada vez más globalizado y desigual.