Le siffleur
Cannes, Costa azul, sol radiante. Armand Teillard, prejubilado, disfruta de la buena vida. Una boutique de prêt-à-porter que le reporta un buen dinerillo, una novia encantadora, una imponente colección de discos de vinyl y…. un refugio secreto: el Aline Roc. Una terraza frente al mar donde, todos los días a la misma hora, Armand se asa su pescadito a la parrilla y disfruta de estar solo, despreocupado y ensimismado en sus pensamientos… ¡No cabe hombre más feliz!... hasta el día en que Sofia, la proprietaria le avisa que ha puesto en venta la casa. No por gusto sino por necesidad, víctima de un chantaje. El Aline Roc va ser derribado y en su lugar se construirá un gran hotel para rusos millonarios… Qué puede hacer Armand? Resignarse, tirar el guante, como suele acostumbrar? No, ¡esta vez sí que no! Se ha conformado con pagar una multa de Hacienda muy poco justificada, ha dejado que el del bar de al lado instale una terraza delante de su boutique… Pero que derriben el Aline Roc, ¡es algo que Armand no puede consentir! Lo que ocurre es que el toro no es fácil de lidiar: Jean-Patrick Zapetti, un promotor desaprensivo que lleva más de diez años sobornando a todos los concejales y jefes de urbanismo habidos y por haber en la región. Y si como ocurrió al principio con Sofia, no basta el dinero, manda a Karim Chaouche y Xavier Mazini para que, con su método infalible, acaben de convencer a todo proprietario que se resista… Ante semejante situación, Armand, con su traje malejo y sus buenos modales, no da la talla. Y eso no es todo. Esa gentuza podría muy bien atacar su negocio o, aún peor, a su compañera Vivianne… Es hora de que Armand haga venir lo antes posible a su hermano gemelo, más seguro de sí mismo, más elegante, más duro que él y, probablemente, también algo mafioso… Tez oscura, mirada grave, traje bien cortado, un cabriolet recién estrenado… Armand Teillard cede su puesto a Maurice Le Siffleur…