La compagnia dei matti
Momi, Bartolo y Pietro, ahora hombres maduros, junto con su amigo, el conde Bardonazzi, fundaron la Compañía de los locos, muchos años antes. El objetivo era el disfrute más desenfrenado de la existencia. Sin embargo, el conde Bardonazzi murió a los treinta años, dejando a los otros tres un legado que les permitió vivir una vida ociosa y mundana. El testamento indicaba claramente que los herederos tendrían derecho a la propiedad solo si continuaban la vida de juerga y entretenimiento. El abogado de Giostra, encargado de verificar el cumplimiento de las condiciones del testamento, señala que los tres se han convertido en viejos gruñones y melancólicos, y que no se dan las condiciones para continuar aprovechando la herencia. Temiendo perderlo todo, los tres intentan encontrar el espíritu que animó sus incursiones durante una fiesta de Carnaval.