El amor nunca muere

Tres historias de amor, ocurridas en distintas épocas, se unen entre sí por medio de un medallón. La primera relata los amores desgraciados entre la primera actriz argentina de teatro y un joven bordador a quien ayuda en su carrera de actor. Éste, muy enfermo del corazón, pero sin saberlo, encuentra que su amada le cierra las puertas del teatro sin saber que lo hace por salvarlo. Después de 15 años de separación se encuentran de nuevo y deciden dejarlo todo para unirse, pero él muere la noche de su última función. La segunda habla de una humilde empleada que se ve obligada a asumir por una noche el papel de gran dama. Conoce a un millonario y ambos se enamoran. Al terminar la fiesta, se separan creyendo ella que es para siempre, pero poco después descubre que el supuesto millonario es un marino que, como ella, tomó por una noche una falsa personalidad. La felicidad es completa para ambos. Y la tercera historia habla de una honrada y humilde mujer que ha logrado, levantando un negocio, pagar al hijo la carrera de médico. Va a casarse con una joven de sociedad, pero la quiebra económica de la familia de ella que amenaza con convertirse en escándalo, interrumpe la boda. Sin que nadie se entere, la madre vende su negocio y facilita el dinero. La pareja contrae matrimonio, pero la madre no asiste por no comprometer al hijo dada su humilde condición. Recibe sin embargo la alegría y sorpresa de que los jóvenes le dedican sus primeras horas de casados.