Así en el barrio como en el cielo (Serie de TV)
Por inescrutables caprichos del destino, una familia inmensamente rica se vuelve medianamente pobre, y una familia medianamente pobre, se vuelve estúpidamente rica. En “Así en el barrio como en el cielo” seguiremos las andanzas de los López López, familia que tiene un depósito de pollo y huevo en la colonia, y de los Ferrara, familia poseedora de un emporio de moda, que les permite convivir holgadamente con el Jet set internacional. Nuestra historia empieza donde terminan todas las demás: con una boda, la de nuestros jóvenes protagonistas, la humilde María López López (23) y el atractivo príncipe urbano Octavio Ferrara (25). Mientras los enamorados novios escuchan el fervorín nupcial, una hermosa y aparentemente atribulada mujer irrumpe en escena: “Me van a perdonar, pero esta boda no puede continuar…” Y todo este chisme, viene a cuento de saber quiénes son las dos familias que se unirán –e intercambiarán– sus destinos en esa boda. Todos se conocen en la “pedida de mano” de los jóvenes. Expedito, el abuelo de María ve a Francesca, la abuela de Octavio y la matriarca del clan, y no lo puede creer, ya que ella fue la mujer que después de tres días de pasión desenfrenada durante el festival de Avándaro de 1971 lo abandonó de manera más humillante. Ahí mismo ambos personajes fueron víctimas de una profecía que será fundamental en la historia: “La vida es un juego de Serpientes y Escaleras. Mientras unos estén abajo y otros arriba, su destino será destruirse mutuamente.” Y esta profecía se hará realidad cuando el emporio Ferrara se derrumba al mismo tiempo que el hijo mayor de Expedito muere trágicamente y le hereda una fortuna millonaria. A partir de este momento, los lugares de las familias se invierten y arranca la cascada de pasiones, amores entrañables, odios, rencores, milagros y prodigios que ocurrirán en la vida de nuestros personajes. ¿Sobrevivirá el amor de María y Octavio a las temibles pruebas que seguirán? ¿Podrán nuestros personajes volver a ser los mismos, después de experimentar los dos extremos de la existencia: “Así en el Barrio como en el Cielo”? Todo por obra de tres amores: uno ocurrido más de cuarenta años atrás, y dos que nacerán hoy. Y en este juego suma-cero que es la vida, los unos pasan a ocupar el lugar de los otros.