Señales de vida

El tranquilo pueblo pesquero de Easthasset, en Maine, se despierta una mañana convulsionado, porque Owen Coughlin se ve obligado a cerrar su empresa de botes y dejar en la calle a un grupo de empleados. Coughlin, un hombre irascible de edad avanzada, siente remordimientos porque se trata de una empresa familiar que había subsistido durante varias generaciones. Sin su legado y sin su trabajo, no consigue encontrar ninguna razón que justifique su vida.