Teoría de cuerdas

Cada segmento de esta película tiene el título de algún elemento químico, como si la totalidad de la obra pudiese fusionar componentes diversos que rara vez funcionan juntos. Y tal vez su secreto alquímico, su verdadera razón de ser, es experimentar ciertas combinatorias que, por más improbables, también pueden generar una gran pócima audiovisual. De fusiones, experimentaciones, raras combinaciones y otras yerbas bien mezcladas trata esta Teoría de cuerdas, que reúne a cineastas al margen de las formas y formalidades de las creaciones colectivas. Del found footage al remix digital, de la estética documental deconstruida a la fuerza de la abstracción de la imagen, la película avanza con un sostenido ritmo musical al enlazarse con una composición sonora que apuesta tanto al riesgo estético como a los creadores visuales. Como una serie de universos transitorios, cada fase de esta composición se ubica en la misma cornisa para dejarse caer hacia abismos inciertos, inventando en ese movimiento una forma de vuelo propio. (extraído de BAFICI.gov.ar)