Vuelvo
Tobias (36) lleva una vida solitaria y taciturna. Sus días transcurren en la soledad de su departamento. Sus escasos contactos con el exterior son gracias a las visitas de su mejor amigo Diego y para ayudar a su suegro Héctor, quien vive solo y padece Alzheimer. Esa monotonía se ve interrumpida cuando un día en la casa de su suegro, Tobias encuentra el celular que usaba su esposa, quien falleció en un accidente de tránsito y del cual había perdido el rastro completamente. El mismo contiene las últimas fotos y videos de ellos juntos, pero el celular está bloqueado y no sabe como abrirlo. Su necesidad de acceder a su contenido lo llevará por emociones que creía perdidas, haciendo que su vida cambie para siempre. Todo aquello que parecía perdido empieza a iluminarse, o tal vez no.