Tower
Derek tiene 34 años, calvicie prematura y un desencanto permanente. Vive en el sótano de sus padres, dedicado a un proyecto de animación: un monstruo verde que apila rocas para construir una torre que no parece tener fin. De día trabaja como albañil y su único esparcimiento consiste en visitar noche a noche diversas fiestas, discotecas y clubs nocturnos de Toronto, donde trata de permanecer anónimo y toma fotos a escondidas de la gente con su smartphone. El surgimiento fortuito de una posible relación sentimental con una mujer mayor, parece ser el posible punto de partida para cambiar su monótona existencia. Kazik Radwaski presenta su debut como cineasta: un experimento en estilo sobre sustancia, realizado mayormente en primer plano, que pone a prueba la tolerancia del espectador y su conexión con un irritante y pasivo protagonista quien, de un modo inexplicable, parece tener más en común con nosotros mismos de lo aparente a simple vista.