El huaso
Ante la posibilidad de caer en un deterioro mental inmanejable, Gustavo decide que va a terminar con su vida antes de perder el control sobre la misma. Ya como una resolución, comparte este deseo con su familia esperando ser entendido, sin aceptar como posibilidad el disgusto de los otros. Hijo de una madre que padeció de Alzheimer y un padre suicida, sostiene que la existencia de la enfermedad justifica el hecho de buscar la muerte, pensada hasta como una forma de beneficiar a los suyos. “Quitarse la vida es una muerte natural”, afirma, mientras su mujer y sus hijos se entristecen, se desesperan, se indignan y hasta llegan a desear que todo termine. En un ida y vuelta donde se ponen en juego los deseos personales, el egoísmo de cada uno e incluso la depresión, un sinfín de necesidades chocan y se eliminan entre sí. Carlo Guillermo Proto lleva a su propia familia a la pantalla en una historia que pone en jaque y repiensa la idea de cuidar a los seres queridos y que, como si fuera poco, se anima a abordar el fantasma que genera el anuncio de las enfermedades sin retorno. (extraído de BAFICI.gob.ar)