Horas de luz
Septiembre de 1987. En un tiroteo con la policía, Juan José Garfia (Alberto San Juan) comete un triple asesinato. Condenado a más de cien años, es un preso rebelde, listo y escurridizo que no tiene nada que perder ni nadie por quien preocuparse. En 1991 consigue escapar de un furgón policial saltando en marcha. Detenido tras dos meses de atracos y tiroteos, Garfia lidera varios motines carcelarios, frente a los cuales las autoridades toman como medida someter a los presos más conflictivos a un régimen especial de aislamiento. Garfia, el preso con el cociente de inteligencia más alto, que evita las drogas, que parece inmune al castigo, vive así dos años sin ver a nadie, recluido en una celda minúscula y sometido a continuas vejaciones. Allí conoce a Marimar (Emma Suárez), una enfermera con la que apenas puede hablar, pero entre ambos surge una corriente de mutuo entendimiento.