Delirios de un marido
Oscar, un joven carpintero tradicionalista de Roma, tiene un día la sorpresa de escuchar a su mujer decir que mientras está en sus brazos piensa en otra persona. El buen hombre reacciona de la manera más violenta e irracional, asumiendo a primera vista que el rival es un peluquero de Cinecittà. En realidad, todo comenzó durante un viaje a los Monstruos de Bomarzo, mientras Oscar -distraído por la aparición de una sofisticada dama suicida y empeñado en salvarla- no presta atención al interés de su esposa Ester y su amiga Adele hacia la ventana de la "casa torcida", en la que se vislumbran dos mujeres intercambiando efusiones de dudosa naturaleza. Las dos espectadoras -entre reticencias y torpezas- acaban fantaseando platónicamente con la posibilidad y las maravillas imaginativas de tal anomalía, desatando la furia desproporcionada de Oscar, en una segunda oleada de reacciones aún más frenéticas. La vuelta a la "normalidad" será para Ester más inevitable que convencida, y en todo caso llena de nostalgia inconfesable.