Matinée
Aarón y Jorge son compañeros de escuela. Cantan los himnos patrióticos y recitan los pecados capitales y las virtudes que los combaten con ejemplar mecanicismo. Una tarde se fugan del colegio para ir al cine, pero la matinée es frustrada por el vigilante de la sala, ese enemigo del pueblo. Los carteles anuncian las aventuras technicolor que no podrán ver: Robinson Crusoe y Vendaval en Jamaica. Pero a película prohibida, película vivida. Los chicos elaboran un plan para pasar las vacaciones juntos: Aarón viajará de polizón en el trailer de mudanzas del padre de su amigo, que parte con destino a Ciudad de México. Ya en la ruta, todo cambia de rumbo cuando se apodera del vehículo una banda de ladrones. Algunos de sus nombres: Virgilio, Aquiles, Rolando. Entonces, la aventura adeudada por la sala es compensada por la que regalan las calles.