Los cazadores de babuinos
Los leones rara vez cazan babuinos. Estos grandes monos están armados con peligrosos colmillos, son difíciles de atrapar y por lo general, el riesgo y esfuerzo necesarios no merecen la pena. Pero existe un lugar en el Gran Valle del Rift africano donde abundan los babuinos y los leones han aprendido a cazarlos. En el parque nacional de Tarangire, el río nunca se seca. Durante la época de sequía grandes manadas de animales se acercan a él para beber agua. Se trata de un periodo de abundancia para los depredadores hasta que comienza a llover sobre las llanuras que rodean el parque, momento en el que los animales abandonan Tarangire. Ahora los depredadores solo tienen a las especies que habitan permanentemente allí para cazar. La desesperación lleva a los leones a atacar a los grandes grupos de babuinos que duermen fuera del alcance de los felinos hambrientos pero quienes con el calor del día son más vulnerables a ser atacados. Para sobrevivir al nivel del suelo, los babuinos unen sus fuerzas a las de otros vecinos como los impalas y las mangostas, de modo que haya más ojos alertando del peligro. Pero el hambre despierta los sentidos y los depredadores encuentran maneras de tender emboscadas a los babuinos. Una vez la tierra comience de nuevo a secarse, las manadas regresarán al río y los días difíciles habrán terminado para los leones. La presión se desvanecerá para los babuinos pero con los cazadores de monos al acecho deberán estar siempre alerta.