De que te quiero, te quiero (Serie de TV)

Natalia García (Livia Brito) y Diego Cáceres (Juan Diego Covarrubias) son dos jóvenes que se conocen en Tuxpan, Veracruz. El amor entre los dos surge desde el primer instante en que se ven. Diego es un joven empresario, noble y de buenos sentimientos que vive en la Ciudad de México, es vicepresidente de Industrias Caprico y nieto del poderoso Don Vicente Cáceres (Aaron Hernán), un hombre amargado, soberbio y controlador. Natalia vive en Tuxpan y es elegida como la reina del pueblo de los pescadores, ella desconoce que Diego tiene un hermano gemelo: Rodrigo (Juan Diego Covarrubias), un joven seductor sin escrúpulos y malos sentimientos, éste no duda en suplantarlo por lo que su única intención es abusar de la joven. En la noche de la coronación, Rodrigo intenta violar a Natalia haciéndose pasar por su hermano Diego, afortunadamente aparece Andrés (José Carlos Femat), un buen amigo de Natalia que la defiende de Rodrigo. En la lucha, Rodrigo cae pegándose en la cabeza y queda en estado de coma. Es entonces cuando la joven le cuenta a su madre cómo estuvieron las cosas y teme que Rodrigo vaya a cobrar venganza. Como solución a los conflictos, Carmen (Cynthia Klitbo), la madre de Natalia, se va a vivir junto con toda su familia a la Ciudad de México con la excusa de "probar suerte en el trabajo" e inaugura una pequeña fonda. Además es en México donde convive con su madrina Luz (Silvia Mariscal), el Padre Juancho (Rolando Brito) y su mejor amigo de la infancia Eleazar Medina (Marcelo Córdoba), quien además es hijo de su madrina. A la Ciudad de México regresa Irene Cáceres (Marisol del Olmo), hija de Don Vicente Cáceres y tía de Diego y Rodrigo. Irene es una mujer depresiva y marcada por el destino. Cuando era muy joven se embarazó de Tadeo Vargas (Gerardo Murguía) y al enterarse su padre, la mandó a vivir fuera de México quitándole a su hija y haciéndole creer que ésta murió, por este motivo Irene se refugia en el alcohol y como muestra de odio a su padre, le hace pasar malos y vergonzosos momentos, lo que no sabe Irene es que su hija está viva y es Natalia. En la Ciudad de México, Natalia vuelve a reencontrarse con Diego Cáceres. En un principio ella huye de él pues éste la persigue buscando una explicación, ya que nunca supo que ella y su gemelo tuvieron ese desagradable encuentro. Una vez que logran aclarar las cosas, no pueden reiniciar su amor, pues Diego está casado con Diana (Esmeralda Pimentel), es entonces cuando el amor entre estos dos jóvenes se ve obstaculizado no solo por la caprichosa Diana, sino por Don Vicente, quien desaprueba ese amor. Sin embargo los dos jóvenes tendrán que luchar para poder estar juntos y quererse aún más.