¡No te pago!

El gestor de una administración de lotería tiene un empleado que todas las semanas gana algún premio, mientras que a él nunca le toca nada. Por si fuera poco, pretende a su hija. Así que cuando a su empleado le toca un premio millonario, le arrebata el boleto y no se lo quiere dar, aludiendo que le ha tocado gracias a su difunto padre, ya que le dijo los números en sueños.