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Angie (Marianne Hagan), una vieja estrella porno en decadencia, va a hacer su última película con un productor de mala muerte en una encantadora cabaña situada en un bosque. Durante el rodaje, aparecen Henry (Dan Shaked) y su hermana pequeña Patti (Amy Crowdis), dos misteriosos niños que, al parecer, viven en el bosque. Un violento, inesperado e inexplicable ataque deja tan aterrorizados a Angie y al resto del equipo que deciden encerrarse en la cabaña, pero se sienten atrapados y amenazados por un agresor desconocido. Ha sido definida como una especie de cuento macabro de Hansel y Gretel. Película que no consiguió distribución internacional.