Tenemos que hablar de Kevin

En un pequeño pueblo, una madre intenta comprender las razones detrás de los terribles actos cometidos por su hijo adolescente.

"Tenemos que hablar de Kevin" es una película del año 2011 dirigida por Lynne Ramsay, basada en la novela homónima de Lionel Shriver. La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de Estados Unidos y gira en torno a la relación entre Eva Khatchadourian, una madre soltera, y su hijo Kevin.

La trama comienza con Eva, interpretada por Tilda Swinton, viviendo en una casa desolada y llena de recuerdos dolorosos. A través de una serie de flashbacks, se revela que Kevin, interpretado por Ezra Miller, es responsable de un terrible acto de violencia en su escuela secundaria. A medida que la historia avanza, se explora la relación tensa y disfuncional entre Eva y Kevin, y cómo esto ha llevado a la tragedia.

Eva es una mujer atormentada por la culpa y la angustia, ya que se pregunta constantemente si su falta de conexión con Kevin y su incapacidad para amarlo incondicionalmente han contribuido a su comportamiento violento. La película muestra cómo Eva lucha por encontrar respuestas y enfrentar las consecuencias de los actos de su hijo.

El ambiente de la película es oscuro y opresivo, reflejando el estado emocional de los personajes principales. A medida que la historia se desarrolla, se exploran temas como la maternidad, la responsabilidad parental, la naturaleza del mal y la incapacidad de comprender completamente a otra persona.

"Tenemos que hablar de Kevin" es una película intensa y perturbadora que plantea preguntas difíciles sobre la naturaleza humana y la relación entre padres e hijos. A través de su narrativa no lineal y su enfoque en los aspectos psicológicos de los personajes, la película invita al espectador a reflexionar sobre las complejidades de la crianza y las consecuencias de nuestras acciones.