Todo queda en casa
Sally (Drew Barrymore), que trabaja en una hamburguesería de un pequeño pueblo, está embarazada de un tipo casado que acaba de morir en circunstancias poco claras. Sin comerlo ni beberlo, Sally, que ya tiene bastantes problemas, se encuentra en el centro de una conspiración orquestada por la manipuladora mujer del amante muerto, la señora Lever (Catherine O'Hara), que desesperada por descubrir la identidad de la amante de su difunto esposo, encarga a sus hijos Dorian (Luke Wilson) y Angus (Jake Busey) que busquen sin descanso para ajustar cuentas. Sin embargo, los chicos se llevarán una buena sorpresa cuando descubran que se trata de la encantadora, guapa y embarazadísima cajera Sally Jackson. Desde ese momento, cada uno de ellos tomará un camino diferente, ya que Angus seguirá adelante con el plan mientras que Dorian comenzará a descubrir los encantos de la chica sin saber que esconde secretos familiares que cambiarán la vida de todos ellos.