Undo
Moemi no está demasiado contenta cuando Yukio trae a casa un par de tortugas para hacerle compañía. Aunque Yukio trabaja en casa como escritor, Moemi se siente abandonada y desea un perro o un gato, pero tampoco está permitido en su apartamento. Sus vidas parecen razonablemente felices hasta que ella se pone aparatos para los dientes y Yukio encuentra sus besos menos satisfactorios. Ella pronto empieza a atar todo lo que encuentra a su paso, empezando por las tortugas. Un psiquiatra le diagnostica "Síndrome Obsesivo Anudador" debido a las deficiencias en su relación con Yukio. Moemi sigue ampliando sus actividades, atándose a sí misma con cuerdas que se extienden por todo el apartamento. El médico le dice a Yukio que su enfermedad ha llegado a un punto crítico y que debería atarla por la noche...