Diario de un soldado desconocido (C)
En "Diario de un soldado desconocido", Watkins inició un estilo de dirección que ha desarrollado y con el que ha seguido experimentando en todas sus película profesionales. Watkins se negó a verse limitado por las convenciones cinematográficas. En esta película, liberó a la cámara de las limitaciones de un punto fijo de visión y la forzó a tomar parte en la acción para poder crear efectos sorprendentemente realistas, casi como de noticiario, involucrando así a los espectadores en los acontecimientos que estaban viendo. "Diario de un soldado desconocido", no obstante, no está limitado estrictamente a técnicas realistas. Contiene una mezcla curiosa, casi ambigua, de estilo documental y expresionismo, y parece que las limitaciones económicas y físicas a las que se enfrentaba Watkins por problemas de equipo y localización jugaron un papel fundamental en este enfoque. La sincronización del sonido no era posible por motivos financieros; poco había en la campiña de los alrededores de Canterbury que recordara a las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y un reparto de entre 15 y 20 personas tenía que dar la impresión de ser cinco veces mayor.